Sorpresa, eso es lo que me he llevado
con Toundra, grupo que para mi había pasado desapercibido hasta el momento, a
pesar de que ya tienen cuatro trabajos de estudio. La propuesta musical de
Toundra es un rock progresivo instrumental, lo que se ha denominado
“post-rock”, que suena fresco y que te sumerge en un autentico universo sonoro
de matices y melodías, y que sobre todo, no se hace nada pesado de escuchar,
como a priori podría parecer al tratarse de música instrumental. Su nuevo
trabajo de estudio se titula “IV”, un disco muy variado, en el que tan pronto
te encuentras con sonidos desgarradores, como con melodías intimistas que te
envuelven en una atmosfera melancólica. Un disco conceptual, en el que la banda
nos transmite la historia de dos zorros que escapan del fuego, y a través de
esta construyen una metáfora sobre cómo el hombre está matando el planeta
Tierra.
El
redondo se abre con Strelka, que se
inicia con el cantar de los pájaros, y en el que hay que destacar el trabajo
realizado con las guitarras. Parece que el tema nunca acabe de arrancar, pero
en la segunda mitad del mismo, las melodías de guitarra ganan intensidad y
fuerza, constituyendo un magnifico inicio de disco. Qarqom, un tema largo de más de nueve minutos, con mucha variedad,
en el que los cambios de ritmo son contanstes y con potentes riffs de guitarra.
Sin duda, de lo mejor que podemos encontrar en este LP. A modo de interludio
nos llega Lluvia, en el que impera la
distorsión y la ambientación instrumental, que tal vez sea el único pero que le
pongo al disco, pues se hace un poco largo su escucha. A continuación llega el
turno de Belenos, otra joya sonora,
un tema del que me ha gustado absolutamente todo, en el que se alcanza un
equilibrio perfecto entre los instrumentos, con una parte final realmente
potente, que va perdiendo intensidad y queda en un sonido distorsionado. Viesca, es posiblemente el tema más
completo a nivel instrumental, con sonidos acústicos, eléctricos, sección de
viento, violín, todo perfectamente combinado, dando como resultado un tema
melancólico en algunas de sus partes, pero también alegre, con la incorporación
de la sección de viento. Kitsune, un
corte ejecutado con la máxima delicadeza en su primera parte, pero en la
segunda mitad es pura energía. El tema sirvió como primer adelanto del disco, y
que podeis escuchar bajo estas líneas.
MRWING, es otra especie de interludio,
esta vez con una duración mucho más acertada, y que sirve para dar paso al
último corte del disco, Oro Rojo,
tema que es un colofón excelente para este gran disco que es “IV”. Un tema muy
progresivo, que al escuchar sus constantes cambios de ritmo, unos enérgicos y
otros más pausados, te transmite optimismo, y que pone la guinda a un disco que
permite al oyente sumergirse en un atentico universo de sonoridad.
Estoy
seguro que con “IV”, Toundra llegará a mucha gente (como es mi caso).
Recomiendo abrir bien la mente y el oído, dejar prejuicios aparte y dar la
oportunidad a una banda como Toundra.